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El ántrax y sus efectos en el ganado bovino

Una de las enfermedades que afectan a los bovinos de una granja o criadero con consecuencias devastadoras es el ántrax. A esta enfermedad también se le conoce como peste rayo o carbunco. Es uno de los problemas de salud que más afectan a los ejemplares adultos de un establecimiento ganadero y también es de alto riesgo para los perros, cerdos, cabras y para los mismos humanos.

El brote acontece con mayor frecuencia entre los meses calurosos, o tras haber finalizado las primeras lluvias del año, es decir, de marzo a junio. Es en ese periodo que los bovinos se ven obligados a alimentarse a ras de suelo por no haber demasiado alimento disponible. Tras haber fallecido un animal, los microbios se ubican en su torrente sanguíneo. Las personas u animales pueden contagiarse de ántrax cuando tocan el cadáver o la sangre del ejemplar infectado o si se alimentan de su carne.

El antrax y su elevado porcentaje de contagio

Debido a lo anterior, los zopilotes o los perros con frecuencia difunden el microorganismo causante del ántrax con gran facilidad. Ahora bien, una cuestión importante es la siguiente: ¿cómo se puede identificar el ántrax? Eso es justamente lo que explicaremos a continuación.

La manifestación más patente de la presencia del ántrax es que los bovinos mueren súbitamente sin que se haya detectado síntoma alguno de esa enfermedad. En otros casos el bovino fallece tras haber estado algunas horas teniendo fiebre, exhibiendo una forzada respiración y abundantes temblores. Por otra parte, un animal fallecido a causa del ántrax puede ser identificado por ciertos indicios específicos, por ejemplo, el cadáver de un bovino muerto por esta enfermedad se muestra menos tieso que un ejemplar fallecido por causas naturales. También suele tener sangre casi negra de los orificios corporales: boca, ano, vulva y nariz.

El ántrax afecta también a otras especies

En el caso de perros, caballos y cerdos afectados por ántrax, la enfermedad se manifiesta a través de problemas respiratorios e inflamación de garganta. El ejemplar fallece en algunos días. En el caso de las personas, el contagio de ántrax puede ocasionar infecciones bastante dolorosas en la piel al contacto con la sangre que ha sido infectada por el ántrax.

Si sospechamos que en nuestra granja o criadero ha fallecido un animal a causa del ántrax, hay algunas medidas que se deben tomar con urgencia. De entrada, nunca se debe abrir el cuerpo del animal en cuestión. También hay que impedir que los zopilotes o perros se alimenten del animal fallecido, puesto que son capaces de dispersar los microbios por doquier. Una persona debe mantenerse vigilando el cadáver, mientras que otros trabajadores deben procurar la quema del cuerpo.

Medidas para evitar la dispersión del ántrax

Es importante no trasladar el cadáver de un sitio a otro, puesto que con ello solo regaríamos la infección con los fluidos que brotan del año o la nariz del animal. Es preciso quemar el cadáver hasta que únicamente queden cenizas, ya que el microorganismo puede conservarse activo incluso en los restos óseos. De no ser posible quemar el cadáver del animal infectado por ántrax, lo mejor es enterrarlo en una profunda fosa y después utilizar cal viva para cubrirla.

Es indispensable observar si otros animales exhiben síntomas de ántrax, si tienen fiebre o si se muestran tristes. También hay que separar a esos animales del resto de los bovinos y consultar con un veterinario experimentado para elegir el mejor tratamiento para atenderlos. Por lo general, a estos animales se les debe inyectar con penicilina, estreptomicina, o bien, con oxitetraciclina en doble dosis.

La vacuna contra el ántrax

 Es indispensable volver a vacunar a todos los bovinos del criadero o de la granja. Tras haber completado esta nueva aplicación de la vacuna en los animales, se requiere aguardar 15 días aproximadamente para considerar que el ganado está plenamente a salvo de la enfermedad.

En el caso de que los bovinos hayan sido vacunados recientemente, es preciso constatar que no se haya cometido alguna equivocación. Una equivocación posible es que hallamos olvidado vacunar a algunos de los animales o si no hemos conservado la vacuna fresca durante todo el tiempo necesario.

En cualquier caso, es preciso contar con el apoyo permanente de un veterinario con experiencia para que nos asesore acerca del mejor modo de tratar casos de ántrax y así preservar la salud de los bovinos de nuestra granja o de nuestro criadero.

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