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La identificación y diferenciación de las distintas lastimaduras que sufren las pezuñas porcinas es básico para manejar estrategias correctivas y para impedir que zonas más profundas de las patas de los cerdos se vean dañadas.

En contraste con el problema de la cojera en el ganado bovino, la cojera en el ganado porcino quizás no reciba la misma atención por parte de los especialistas en veterinaria pecuaria. Mientras que las cojeras en reses y vacas lecheras son bastante analizadas y se conocen sus causas e impacto en la salud animal, las cojeras en el ganado porcino no han sido estudiadas en su real magnitud. En buena medida, lo anterior se debe a que los resultados pueden demorar hasta un año para manifestarse.

Cómo se presentan los casos de cojera en el ganado porcino

Los casos de cojera en los cerdos de granja, con frecuencia, no se presentan como vinculados a determinada disminución en la productividad o algún costo económico específico. Por si fuera poco, no es sencillo atender este problema en una explotación pecuaria en cuanto se le ha detectado.

Tal y como sucede con relación a otras especies, el problema de la cojera termina por afectar los niveles de reproducción y consumo de alimento que presenten los ejemplares porcinos. La cojera también disminuye la productividad de las cerdas. De allí que resulte indispensable Identificar y entender la manera en la que se presenta cada lesión en específico. Es preciso hallar las causas y emprender las acciones correctivas que sean indispensables.

Cuáles son las principales lesiones en las pezuñas porcinas

Es tiempo de conocer cuáles son los tipos de lesión en las pezuñas más comunes de presentarse en el ganado porcino. En primer lugar, tenemos la sobre erosión o el sobrecrecimiento del talón. La segunda causa más importante es la lesión de la línea blanca.

En tercer lugar, aparece la grieta en la pared dorsal. La separación de talón y suela es la cuarta causa que se presenta con más frecuencia para este problema.

A continuación, tenemos las grietas horizontales en la pared dorsal, y finalmente, el sobrecrecimiento de los dedos en las pezuñas porcinas.

Conociendo a fondo las principales causas de la cojera porcina

Con respecto a la sobre erupción o el sobrecrecimiento del talón del cerdo, esto se presenta principalmente por la aparición de una especie de callosidad. Se trata de una reacción de tipo fisiológico, aunque puede derivar en distintas complicaciones, como, por ejemplo, grietas, especialmente en los casos en los que esté sobrecrecimiento sea demasiado acentuado.

En lo que se refiere a la lesión de línea blanca, cabe señalar algo importante. La línea blanca se presenta como el vínculo natural entre la suela y la pared dorsal. Las grietas aparecen a lo largo de esa pared, por lo general manifestándose en el talón, y creciendo hacia la punta del dedo del animal en la suela, o en el vínculo del talón y la suela.

Esta clase de lesión puede presentarse por factores mecánicos como cuando la hembra pelea con otros animales en suelos que tienen rejillas. En casos así, pueden acontecer consecuencias graves y dolorosas como es el caso de profundas grietas o incluso la lesión conocida como laminitis.

Consecuencias de la cojera porcina en los emprendimientos pecuarios

El problema de la cojera en las cerdas es que se manifiesta principalmente por una ingesta considerablemente menor de alimento. Esto último tiene nefastos efectos en la lactancia y por ende deriva un menor éxito reproductivo. En muchas ocasiones, no queda más que el sacrificio prematuro del ejemplar.

Conviene contar con el apoyo de un veterinario certificado para que nos apoye en optimizar la eficiencia productiva en los criaderos o granjas con cerdos a través de la prevención de la cojera. Para ello, la identificación puntual del problema qué es algo esencial.

Las lastimaduras más frecuentes en una granja o criadero porcino varían de acuerdo con distintas circunstancias, como es el caso de las características genéticas de los animales, la nutrición cotidiana que sigan o el manejo que reciban estos animales por parte de las personas que los atienden.

Las lesiones que deben atenderse con mayor prontitud son aquellas capaces de penetrar en la dermis de la pezuña y derivando en respuestas inflamatorias. Se trata de lastimaduras qué ocasionan un gran dolor en el ejemplar y le causan notables dificultades para movilizarse.