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La falta de información acerca de las particularidades más importantes de los animales de granja y el desconocimiento acerca de las características que deben tener las instalaciones de estos negocios pecuarios, puede llevarnos a experimentar indeseables eventualidades en estas faenas.

Si no se sabe como conseguir un manejo acertado de los animales de granja, aumenta considerablemente el riesgo de padecer accidentes. Los empleados de esta clase de explotaciones deben de mantenerse siempre atentos cuando laboren con animales o en las proximidades de estos ejemplares.

Cómo es el cuidado de los animales de granja

Buena parte de las especies que se crían para fines pecuarios presentan similares- o por lo menos patentes- señales de satisfacción, agresividad y temor. Un empleado experimentado dedicado a esta clase de labores debe exhibir la destreza necesaria para captar estas señales, mismas que se presentan cuando alzan las orejas o el rabo, o cuando se les eriza el pelaje del lomo, enseñan los dientes, pegan con las patas en el suelo o emiten intensos resoplidos.

Cuáles son los mejores métodos para el manejo de los animales de granja

Buena parte de los animales de cría responden convenientemente a los movimientos calmos y deliberados y a las respuestas del personal que se encarga del manejo de los ejemplares. Hay que evitar al máximo los ruidos demasiado intensos y también se debe tener paciencia para cuidar a bovinos, porcinos, aves de corral y demás especies usadas para fines pecuarios.

No debemos empujar a un animal si este no tiene donde movilizarse. Cuando estemos interactuando con el ganado debemos movernos de modo lento e intencionado alrededor de los bovinos, por ejemplo, dándoles a entender de modo seguro que uno se está aproximando. Para ello, se puede tocar suavemente al ejemplar en la zona delantera de su cabeza.

Manejo responsable de bovinos en las granjas

Hay que tenerle respeto al ganado, pero no temor. Los ejemplares tratan de defender su espacio vital y por ello hay que acercarse a ellos con prudencia, tomando en cuenta que de un modo u otro pueden presentarse lesiones variadas.

Para lograr un manejo responsable de los animales en las granjas y criaderos no debemos olvidar que la mayoría de los Animales de cría, independientemente de su especie, protegen con ferocidad a su prole. De modo que debemos tener un gran cuidado al acercarnos a los animales apenas nacidos.

No debemos interponernos entre una ternera y su madre, en especial si la primera es una recién nacida. Aunado a lo anterior debemos realizar todas las prácticas relacionadas con el cuidado de los becerros y terneras en un área apartada del sitio donde se encuentre la madre. No menos importante es tener un enorme cuidado al manejar ejemplares machos.

Precauciones que se deben seguir al manejar animales de cría en los negocios pecuarios

Como medida de seguridad permanente debemos dejar siempre una ruta de escape, en especial, cuando se interactúe con animales que se encuentran lesionados o enfermos y que se encuentran en sitios estrechos o en condiciones ambientales desfavorables, como, por ejemplo, una tormenta intensa.

También debemos evitar los ingresos a espacios pequeños y cerrados donde se encuentran animales de gran tamaño, salvo que cuenten con una puerta para salir y a la que podamos llegar sin problema alguno siempre que lo necesitemos.

Cuidados y atenciones indispensables para la especies de cría

En los momentos que nos hallemos cerca de animales nuevos, recién legados a un negocio pecuario, hay que proceder con muchas precauciones y tener extremo cuidado, en especial si hay personas que son ajenas al entorno de esa explotación. Hay que mantener las instalaciones y los equipos usados para el manejo animal en las mejores condiciones posibles y seguir en todo momento las mejores practicas de trabajo en criaderos y granjas. Por supuesto, en todo momento resulta valiosa e indispensable la asesoría de un veterinario experimentado.

Consejos para el cuidado del ganado y los bovinos

Ni los caballos ni las vacas pueden observar directamente detrás de su cuerpo, por lo cual tienen un punto ciego. Para que no se alarmen ante nuestra presencia debemos evitar los movimientos bruscos desde atrás. De esa manera no se alarmarán los ejemplares y no presentarán reacciones agresivas.