Blog

Cómo afrontar los golpes de calor del perro

Las razas caninas han ido cambiando con el paso del tiempo para así adaptarse al entorno en el que conviven con las personas, de manera que podemos hallar desde perros Chihuahua en áreas semidesérticas a canes nórdicos en la gélida Siberia. A estos últimos su gruesa pelambre los mantiene en una cálida temperatura, inclusive en un adverso entorno climático. A los primeros, sus orejas grandes les permiten refrescar y ventilar su cuerpo.

Actualmente tales razas se han extendido a zonas geográficas para las que no estaban acondicionadas de la mejor manera posible, por cuestiones fisiológicas.

Los golpes de calor y las razas caninas

Por lo general, los perros son capaces de preservar de buena manera su temperatura corporal cuando hace mucho frío, aunque no exhiben esa misma eficacia para liberarse del calor cuando su temperatura corporal se eleva de demasía. Ello se explica por la carencia de glándulas sudoríparas esparcidas por todo su cuerpo.

Y si bien el jadeo es el principal mecanismo de los canes para controlar su temperatura, cuando esta última se eleva mucho, puede no ser suficiente. Es en esas circunstancias cuando se presenta lo denominado como golpe de calor.

Detalles acerca de la temperatura corporal de las mascotas

La temperatura corporal de los animales de compañía es un poco superior a la de las personas, ya que ronda los 38 o 39 grados. Y aunque los gatos soportan mejor que los perros las elevadas temperaturas, ambos animales pueden experimentar una grave sintomatología si esa temperatura se mantiene elevada de manera constante durante cierto tiempo.

Cuando eso se presenta, la condición llamada hipertermia, se liberan en el organismo de la mascota ciertos mecanismos orientados a la eliminación del calor. Tal es el caso de la vasodilatación cutánea, variaciones posturales, transpiración por las almohadillas y también el mencionado jadeo.

Consecuencias del golpe de calor en el perro

Cuando el sistema regulador del can no es capaz de equilibrar la temperatura de su cuerpo y se incrementa por sobre cuarenta y un grados centígrados durante cierto tiempo, se presentan severas lesiones en el can. Y de no actuar en tiempo y forma, puede desencadenarse la muerte del animal de modo súbito.

No obstante, ante los golpes de calor no todos los canes tienen la misma reacción. La edad del animal, tanto si se trata de un perro en la senectud o de un cachorro, es una circunstancia que eleva bastante el riesgo mortal del can, así como también de que padezca complicaciones de naturaleza respiratoria o cardiaca.

Circunstancias que propician los golpes de calor

Es previsible que se presente un golpe de calor en el perro o gato cuando ese animal de compañía queda confinado en sitios con una temperatura demasiado elevada. En un automóvil estacionado bajo el sol se llegan a presentar temperaturas superiores a los setenta grados centígrados. Tal peligro también se presenta cuando se efectúan actividades físicas extremas en días demasiado calurosos.

El indicio más importante de que una mascota se encuentra en riesgo de experimentar un golpe de calor es el jadeo, el aumento de la frecuencia respiratoria- considerando que en condiciones normales esta última oscila entre las quince y las veinticinco respiraciones casa sesenta segundos.

Otros síntomas relacionados con los golpes de calor en las mascotas son el babeo incontrolable, la taquicardia y posteriormente eventos de convulsiones, una pérdida de la conciencia y un shock de consecuencias mortales.

En cuanto se ha identificado que una mascota sufre de golpe de calor hay que retirar al perro o gato de esa circunstancia y tratar de disminuir la temperatura humedeciendo su cuerpo con alcohol o agua y posteriormente hay que cubrirlo con paños mojados. Tal medida será útil en tanto se le traslada a un centro veterinario para que el animal reciba las atenciones indispensables.