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Las circunstancias de vida que deben encarar los animales propios de granjas o criaderos los hace proclives a padecer varias enfermedades, algunas de ellas de notable gravedad. No solo el hacinamiento o condiciones negativas de higiene facilitan la propagación de ciertas enfermedades al grado en que se transforman en brotes epidémicos muy complicados de contener, también hay otros factores que conviene tener presentes y que comentaremos en lo que sigue.

Es indispensable saber cuáles son las principales enfermedades que afectan a los animales de granja, como un primer paso para saber cómo combatir estos problemas sanitarios que se presentan en los emprendimientos pecuarios con gran frecuencia.

Los brotes de Gripe Aviaria

Esta enfermedad tiene una gran facilidad de contagio y deriva de la acción del virus de la gripe. Se transmite rápidamente entre las aves y también entre las personas. De no atenderse en tiempo y forma según las indicaciones del veterinario puede ocasionar un elevado porcentaje de mortalidad entre las aves de corral. Tras haberse completado el proceso de incubación del microorganismo, los ejemplares pueden fallecer en un periodo de tres a cinco días. En los seres humanos, la gripe aviar suele confundirse con la gripe habitual por la sintomatología que tiene, aunque en los casos de mayor gravedad puede derivar en riesgosas afecciones respiratorias y hasta neumonías.

La encefalopatía espongiforme bovina

En este caso tenemos una enfermedad de tipo degenerativo que afecta el sistema nervioso de los bovinos. Es una condición relacionada con la presencia de pirones, es decir, proteínas infecciosas. Por lo general afecta a las vacas, pero también puede ser transmitida a las personas. El descubrimiento de la encefalopatía espongiforme bovina aconteció a finales del año 1986. Si bien el tiempo de incubación de esta enfermedad es más bien extenso, llegando en ciertos casos a los cinco años, las consecuencias para el sistema nervioso de los animales afectados son devastadores. Los bovinos contagiados por esta enfermedad demuestran una muy deficiente coordinación en su movilidad corporal.

La fiebre aftosa, sus causas, alcances y consecuencias

En este caso tenemos una enfermedad de elevado nivel de contagio ocasionada por un virus que daña a cabras, ovejas, vacas y porcinos. Por lo general la fiebre aftosa no afecta a las personas, salvo en eventos muy específicos en los cuales un ser humano se pone en directo contacto con el virus que causa este mal. Los animales afectados exhiben elevada fiebre en los primeros días tras el contagio. Posteriormente aparecen grandes ampollas en la mucosa de la boca, las cuales causan un gran dolor a los ejemplares enfermos. Los bovinos contagiados por la fiebre aftosa padecen una acentuada falta de apetito que les hace perder peso y con ello ver disminuida su producción de leche.

Por lo general esta enfermedad no es de consecuencias letales y existen varias vacunas que pueden ser usadas para combatirla de acuerdo con el tratamiento indicado por el veterinario.

Otras enfermedades que afectan a los animales de granja

Otras enfermedades capaces de afectar gravemente a los animales de granja, como es el caso de cerdos, vacas, cabras, ovejas, gallinas, becerros, conejos, patos, gallos, pollos, etc, son la diarrea viral bovina, mastitis, fiebre hemorrágica viral, viruela, síndrome respiratorio reproductivo porcino, criptococosis, acariasis, linfangitis epozoótica y la enfermedad vesicular porcina.

En especial esta última enfermedad tiene un elevado nivel de mortandad. Es ocasionada por un virus capaz de producir dolorosas úlceras en los animales infectados en distintas partes de su cuerpo. Con frecuencia pueden observarse estas úlceras en la boca y en las patas del animal enfermo.

Prevención e higiene permanente en las instalaciones pecuarias

Es importante seguir las indicaciones del veterinario para prevenir la aparición de estas enfermedades en las poblaciones de animales de granjas y criaderos. También es indispensable conseguir los medicamentos más eficaces para la prevención de enfermedades como las mencionadas y otras de similar nivel de gravedad, como las siguientes: virus del Nilo Occidental, estomatitis vesicular, leptospirosis, necrosis hematopoyética epizoótica, tuberculosis bovina y la enfermedad del ojo azul.

Por supuesto, una medida siempre pertinente para reducir al máximo el riesgo de que se presenten casos de las enfermedades mencionadas y varias otras más tiene que ver con la higiene que se mantenga en las instalaciones de la granja o criadero.