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Es verdad que desde una perspectiva humana esto no tiene sentido alguno, pero para la percepción de nuestras mascotas se trata de comportamientos que manifiestan de manera instintiva.

Al parecer se trata de ciertos rasgos de tipo vestigial que perros y gatos han heredado de sus antepasados. Tomando en cuenta lo anterior, entonces la pregunta acerca de por qué los mininos odian el agua cobra un sentido diferente.

Y si bien se presentan mecanismos de orden evolutivo que podrían hacer comprensible el temor de los mininos ante este vital líquido, también hay que considerar aspectos de la personalidad de cada gato. Es un factor que incide en el caso tanto como los condicionamientos genéticos.

En lo que sigue comentaremos más a fondo acerca de las manifestaciones de temor en los animales de compañía.

Temor o enfermedad en el perro mascota

En otros casos el perro se esconde por experimentar temor. Es sencillo detectar esta circunstancia, ya que es normal que se presenten otras manifestaciones como salivación excesiva o temblores corporales. Este tipo de eventos es mejor consultarlos con un etólogo o especialista en conducta canina.

En ciertos casos el perro actúa de modo extraño y se oculta en algún recinto de la casa por hallarse disgustado. Es algo que no siempre será sencillo de percibir por las personas que cuidan al perro. El can actúa de ese modo para canalizar su inconformidad. Un posible motivo podría ser la aplicación de un medicamento, como lo hemos comentado previamente.

Los canes que padecen alguna enfermedad exhiben la tendencia a esconderse, por la sencilla razón de que pretenden hallar un sitio apacible y apartado en donde tener refugio. Sin embargo, es indispensable identificar la causa de ese comportamiento ya que, como hemos comentado previamente, no hay una sola enfermedad que propicie tal conducta.

Temor de las mascotas ante las mudanzas

Los perros domésticos (también en el caso de los gatos mascota pero en una intensidad menor) tienen un intenso apego por los sitios en que habitan y esas zonas que consideran como sus “espacios” por cuestión instintiva. Día con día husmean por esos rincones, los conocen, les ofrecen seguridad y confianza. Los perros mascota saben que en el interior de sus casas están seguros y que nunca les faltará agua y alimento.

Ese es el motivo por el cual la perspectiva de una mudanza puede trastocar por completo esa confianza que el perro tiene ante su entorno. Nuestro querido amigo puede verse presa del estrés, del enfado y el temor por sentirse arrojado a un entorno desconocido y poco familiar. Debemos ponernos en el lugar del animal y hacer lo posible por  comprender su circunstancia, su alteración y sus necesidades emocionales.

Temor y socialización en el cachorro

La mejor etapa para que el perro aprenda cosas importantes para su vida es alrededor de la semana 7 o de la semana 8. Esto continúa hasta que el animal llega a las 16 semanas de vida. Sin embargo, alrededor de la semana tercera los pequeños perros pueden tener la tendencia de aproximarse a la persona que los observe atentamente. Esta fase de curiosidad socializadora por lo general se extiende hasta los cinco meses de edad.

A lo largo de esta fase de su vida, los jóvenes perros deben enfrentar un auténtico caleidoscopio de sonidos, sensaciones, colores y formas nuevas sin que por ello demuestren temor alguno.  En cambio, los cachorros que no experimenten estas vivencias tendrán mayores posibilidades de sentirse incómodos o alarmados cuando se vean en entornos o en circunstancias poco familiares. Estos animales durante el desarrollo de su personalidad, con el paso del tiempo, crecerán temerosos, agresivos y con escasa facilidad para la socialización.

Afortunadamente aún es posible revertir esta tendencia en el perro, incluso cuando ha pasado la primera etapa de su vida.

Agresividad y temor en las aves de compañía

Un ave mascota nos puede morder por variadas causas, aunque casi siempre que eso sucede se trata de un accidente. Únicamente se tratará de agresividad real si el pájaro emite sonidos intensos, exhibe ahuecadas las plumas o si expone otros indicios de violencia patente.

Por lo que se refiere a las principales causas por las cuales los pájaros muerden debemos mencionar las siguientes: fatiga o interrupción del sueño; sensación de sed y hambre;  distintas enfermedades que suelen afectar a las aves domésticas; una sensación de temor; alteraciones hormonales y temporada de apareamiento.