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El problema de la fiebre aftosa en los negocios pecuarios

La fiebre aftosa se perfila como una enfermedad de gran potencial contagioso que se extiende con rapidez en los entornos pecuarios. Este problema sanitario- capaz de afectar tanto a las granjas- afecta principalmente a los ejemplares que tienen pezuña partida.

Por otra parte, la enfermedad que les comentamos se distingue por la aparición de fiebre intensa y la generación de vesículas en la zona oral, rodetes coronarios de las pezuñas y en cada espacio interdigital.

Cómo se presenta la fiebre aftosa en granjas y criaderos

El agente productor de la fiebre aftosa es un microorganismo que forma parte de la familia de los Picornaviridae.

Únicamente existen siete serotipos de este virus el cual tiene presencia en Sudamérica con las variedades A, B y C.

Especies de granja afectadas por la la fiebre aftosa

Se sabe que prácticamente la totalidad de las especies que tienen la pezuña partida, tanto en ambientes silvestres como en los entornos pecuarios, son proclives a sufrir de fiebre aftosa.

Así entonces, la fiebre aftosa debe de ser pensada como una enfermedad que afecta principalmente al ganado porcino, ovino, caprino y bovino en los negocios de cría pecuaria.

Peligro potencial de contagios humanos de fiebre aftosa

Con respecto a este aspecto cabe señalar algo importante. Siendo la fiebre aftosa una infección de tipo animal, el ser humano se presenta como un huésped azaroso y accidental, es decir, que las personas en muy esporádicas oportunidades enferman de este mal.  

Más relevante resulta el rol que desempeña el humano en la transmisión de la fiebre aftosa en los animales de granja. Es un fenómeno que se produce a través de las manos, el calzado y las prendas de ropa polucionadas.

Cabe agregar que el virus que produce este mal es capaz de sobrevivir numerosos días estando en el exterior.

Principales síntomas de la fiebre aftosa en los animales de granja

En el ganado bovino la manifestación clínica inicial es la fiebre, misma que en ocasiones rebasa los cuarenta grados de temperatura. Posteriormente se pueden detectar pocos deseos de rumiar, depresión, y escasas ansias de alimentarse.

Otros síntomas estrechamente asociados con la fiebre aftosa en los animales de granja son la aparición de vesículas en la zona oral, principalmente en los labios, encías y paladar. También suelen formarse vesículas en las pezuñas y los pezones.

No es extraño que el animal afectado exhiba sialorrea y sonidos de succión producidos con la lengua.

En el caso de los bovinos, el animal se nutre de modo deficiente, presenta una patente pérdida de peso, y con frecuencia una drástica reducción o un cese pleno en la producción láctea.

Cuando las vesículas terminan por romperse, lo cual acontece alrededor de los tres días, propicia la aparición de erosiones bastante sensibles y causantes de un gran dolor. Tales heridas adquieren una tonalidad rojiza en el área de la mucosa nasal y bucal, así como en los pezones y en otras zonas del cuerpo.

Además de lo anterior, la fiebre aftosa también es capaz de producir lesiones en el corazón, músculos y rumen.

Métodos de control de la la fiebre aftosa

Es importante contar con la permanente asesoría de un veterinario para tratar brotes de fiebre aftosa en granjas y criaderos. Las estrategias de control para este mal dependerán de las condiciones sanitarias de cada nación.

La clave de las medidas de control para la fiebre aftosa es vehiculizar el microorganismo. Lo que debe buscarse principalmente es impedir que ese germen alcance a animales saludables, pero proclives a contagiarse.  

En los casos en los cuales se perciban síntomas o signos parecidos a los asociados con la fiebre aftosa, es necesario contar con la ayuda de un médico  veterinario.

Pérdidas en el aprovechamiento pecuario derivadas de la fiebre aftosa

La atención veterinaria debe de ser solicitada en estos casos  de modo inmediato. Será el especialista quien revise cada caso de modo minucioso para posteriormente realizar un diagnóstico de tipo diferencial.

Conviene saber que hay otras enfermedades en animales de granja que pueden ser confundidas con la fiebre aftosa.

Numerosas son las pérdidas en la producción animal por los brotes de fiebre aftosa en granjas y criaderos. Eso se presenta principalmente por la pérdida de peso de los animales y la  disminución en la producción láctea.

En ocasiones también suele presentarse la muerte de algunos ejemplares y ello también tiene consecuencias financieras muy negativas para cualquier emprendimiento pecuario.

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