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Equivocaciones habituales al educar a un cachorro

El arribo de un pequeño perro al hogar se perfila indudablemente como un acontecimiento muy destacado para todos los integrantes de la familia. En realidad, no es para menos, ya que se trata de la llegada de un miembro novedoso al núcleo familiar, el cual puede llegar a ser una fuente de alegrías abundantes y vivencias inolvidables. Sin embargo, antes de llevar a un cachorro a la casa, es preciso tomar conciencia de lo que esto conlleva. Con respecto a ello, en lo que sigue comentaremos algunas de las equivocaciones habituales al educar a un cachorro.

De entrada, hay que tener presente algo básico: si adoptamos un cachorro, debemos prepararnos para atender sus necesidades y no esperar que el perro lo haga por su propia cuenta o que tenga la responsabilidad de satisfacer necesidades nuestras, por ejemplo, de tipo emocional. Educar al cachorro, hacer que se acostumbre a tener buenos hábitos desde esa temprana etapa de vida, es parte de la responsabilidad mencionada y para ello valdría la pena tomar en cuenta lo siguiente.

Alejar al perro de su madre antes de tiempo

Un error habitual es destetar al perro antes de tiempo. Por el contrario, este cambio debe darse de manera paulatina y natural. Es un proceso que se completa cuando el animal a cumplido los dos meses de vida. Apresurar sin sentido el destete del cachorro no solo puede afectar irremediablemente su sistema inmunológico, sino también alterar su capacidad para socializar, ya que el perro comienza a educarse con su madre y no con los humanos que lo adoptan. Por lo anterior, también es recomendable no adoptar cachorros que tengan una edad menor a dos meses.

Interrumpir los periodos de sueño del perro

Además de lo anterior, también hay que respetar el periodo de sueño del cachorro. Por muchos juegos y mimos que queramos compartir con nuestro pequeño perro, hay que permitirle que descanse plenamente. Al hallarse en periodo de desarrollo, los periodos de sueño son muy importantes para nuestro cachorro. Es algo que se debe tomar en cuenta, en especial si se cuenta con niños pequeños en casa, quienes suelen entusiasmarse más con la presencia de los cachorros y con ello interrumpir su sueño. Un perro de hasta tres meses de edad puede dormir entre 18 y 20 horas al día. Para ofrecerle al joven perro una excelente calidad de vida hay que respetar sus periodos de descanso.

Tratar al cachorro como humano

No menos dañino que lo anterior es humanizar al perro, lo cual se presenta generalmente cuando se trata a un perrito como si fuera a un niño. Es verdad que un cachorro precisa de abundantes cuidados, pero eso no implica que siempre se lo tenga que llevar cargado entre los brazos. Esto, a la larga, motivará en el animal una desagradable vivencia de inseguridad, ya que no se acostumbrará después a tener las patas en el suelo y desplazarse de manera natural.

También es negativo que el perro duerma con las personas en la cama. Para que se mantenga cómodo y seguro en su espacio, basta con añadir a su lugar de reposo una bolsa de agua caliente y una fuente de luz tenue. No es preciso llevarlo a la cama con las personas, ya que eso afectará su correcto adiestramiento.

Evitar que se alimente con comida inadecuada

También debemos evitar que el perro se alimente de la comida de las personas. Es una equivocación habitual entre los propietarios de cachorros. Pero si lo que deseamos es que el perro siga una alimentación saludable y balanceada, que favorezca su crecimiento físico y su salud, es mejor evitar que coma- y mucho menos darle nosotros alimento humano- cuando la familia está en el comedor, durante la cena o el desayuno. Es una mala práctica que puede derivar en problemas de obesidad y sobrepeso en el can cuando llegue a la etapa adulta.

Los castigos y los regaños, cuando no son aplicados de manera razonable o en su momento, también son nefastos para cualquier tentativa de adiestramiento en cachorros. Es preciso señalar que al cachorro no se le regaña por sus equivocaciones, sino que se le premia por los aciertos que ha tenido. A esta táctica de entrenamiento se le denomina refuerzo positivo y de manera integral toda la dinámica del adiestramiento debe de fundamentarse en ese enfoque. De lo contrario, el cachorro irá desarrollando temores y a mediano plazo se transformará en un animal lleno de nerviosismo, inseguridades y propenso a la hosquedad.

La edad adecuada para el adiestramiento

La edad conveniente para iniciar con el adiestramiento de un cachorro es entre los cuatro y los seis meses. Es en esa etapa de vida cuando aprenden mejor y demuestran una mejor actitud ante ello. Para cualquier duda que se tenga con respecto a la salud y nutrición del cachorro, es recomendable acudir al veterinario. Además, en Farmacia Veterinaria San Bernardo hallarán los mejores productos para la nutrición, salud y bienestar de un cachorro. Te sugerimos explorar nuestro muy completo catálogo.

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