
El perro chihuahua es una de las razas más pequeñas y entrañables del mundo. Su tamaño compacto, su energía vivaz y su carácter leal lo convierten en una mascota ideal para hogares de todo tipo, especialmente en espacios reducidos.
Sin embargo, detrás de su apariencia frágil y simpática, este pequeño can está expuesto a diversas enfermedades que requieren cuidados especiales y vigilancia constante. Su anatomía delicada, su genética y algunas características propias de la raza lo hacen más vulnerable a padecimientos que pueden afectar seriamente su salud y calidad de vida si no se detectan y tratan a tiempo.
Luxación patelar
Una de las afecciones más comunes en el chihuahua es la luxación patelar, un trastorno ortopédico que ocurre cuando la rótula se desplaza de su lugar natural. Esta condición puede ser hereditaria o desarrollarse por debilidad muscular, traumatismos o una estructura ósea inadecuada. El perro puede mostrar signos de cojera, caminar de forma anormal o presentar dolor al flexionar la rodilla.
Aunque no siempre se puede prevenir, mantener el peso ideal, evitar que el perro salte desde superficies altas y promover el ejercicio moderado puede ayudar. En casos leves, puede tratarse con fisioterapia y medicamentos, pero cuando el daño es considerable, puede ser necesaria una intervención quirúrgica.
Colapso traqueal
Este problema respiratorio es frecuente en razas pequeñas y se presenta cuando la tráquea pierde rigidez y colapsa, dificultando el paso del aire. El chihuahua con colapso traqueal suele presentar una tos seca y persistente, especialmente cuando se emociona, hace ejercicio o tira de la correa. También puede presentar ruidos extraños al respirar o señales de angustia.
Para prevenirlo, es fundamental usar arneses en lugar de collares y controlar el peso corporal. En etapas iniciales, los medicamentos broncodilatadores y antiinflamatorios pueden mejorar la condición; sin embargo, en casos avanzados se puede requerir cirugía para corregir la tráquea afectada.
Hipoglucemia
Por su metabolismo acelerado y su escasa masa corporal, los chihuahuas, sobre todo cuando son cachorros, corren el riesgo de sufrir hipoglucemia, es decir, una baja repentina de glucosa en sangre. Este trastorno puede manifestarse con temblores, debilidad, falta de coordinación e incluso desmayos o convulsiones.
La hipoglucemia puede ser mortal si no se actúa con rapidez. Para prevenirla, es recomendable alimentar al perro en varias porciones pequeñas durante el día, especialmente si es muy joven o ha tenido episodios previos. Si se presentan los síntomas, se puede administrar una fuente rápida de azúcar como miel o jarabe de maíz mientras se busca atención veterinaria inmediata.
Problemas dentales
La pequeña mandíbula del chihuahua propicia la acumulación de placa bacteriana y sarro, lo que lo vuelve susceptible a enfermedades dentales como gingivitis y periodontitis. El mal aliento, la inflamación de las encías, la dificultad para masticar y la pérdida de piezas dentales son señales claras de una higiene bucal deficiente.
Una rutina diaria de cepillado dental, el uso de juguetes especiales y limpiezas profesionales periódicas ayudan a mantener su salud bucal en buen estado. Ignorar estos cuidados puede derivar en infecciones que afecten otros órganos vitales, como el corazón o los riñones.
Hidrocefalia
Esta enfermedad neurológica, más común en razas pequeñas de cabeza redonda, consiste en una acumulación anormal de líquido cefalorraquídeo en el cráneo, lo que puede ejercer presión sobre el cerebro. La hidrocefalia suele manifestarse desde edades tempranas con síntomas como una cabeza anormalmente grande, letargo, dificultades motoras, comportamiento errático o convulsiones.
Aunque no siempre se puede prevenir, una crianza responsable y la evaluación veterinaria temprana permiten identificarla. Algunos casos leves pueden manejarse con medicamentos, mientras que otros requerirán intervenciones quirúrgicas complejas para aliviar la presión intracraneal.
Enfermedad cardíaca (endocardiosis mitral)
A medida que envejecen, los chihuahuas pueden desarrollar enfermedades del corazón, siendo la endocardiosis mitral una de las más frecuentes. Esta afección implica un deterioro progresivo de la válvula mitral, lo que dificulta el flujo sanguíneo y obliga al corazón a trabajar más. Los síntomas incluyen tos crónica, especialmente durante la noche, fatiga al realizar ejercicio, respiración acelerada y letargo.
Para reducir el riesgo, es clave mantener controles cardiológicos periódicos y evitar el sobrepeso. Los tratamientos incluyen medicamentos que mejoran la función cardíaca y prolongan la calidad de vida del animal.
Problemas oculares
Los ojos grandes y saltones del chihuahua, una de sus características físicas más distintivas, también los hacen susceptibles a lesiones y enfermedades oculares como úlceras corneales, ojo seco o glaucoma. Los síntomas pueden incluir enrojecimiento, secreciones, lagrimeo excesivo, rascado constante o cambios en el color del ojo.
La prevención incluye una limpieza regular con productos apropiados, la protección del ojo de golpes o cuerpos extraños y la revisión periódica con un veterinario especializado. La detección temprana puede prevenir complicaciones y preservar la visión del perro.
Alergias
El chihuahua también puede sufrir alergias cutáneas, alimentarias o ambientales, que se presentan con síntomas como rascado excesivo, irritación de la piel, pérdida de pelo, vómitos o diarrea. Identificar la causa requiere observación cuidadosa y, en muchos casos, pruebas veterinarias especializadas. El tratamiento dependerá del tipo de alergia e incluirá desde cambios en la dieta y eliminación de agentes irritantes, hasta la administración de medicamentos como antihistamínicos, corticoides o inmunoterapia.
El chihuahua es un perro encantador, valiente y lleno de energía, pero también muy delicado. Su salud depende en gran medida del compromiso de sus cuidadores por brindarle una alimentación adecuada, atención veterinaria continua y un entorno seguro.
Con la información correcta y un enfoque preventivo, es posible evitar muchas de las enfermedades más comunes que afectan a esta raza. Cuidar de un chihuahua implica responsabilidad, pero también la recompensa de disfrutar una compañía afectuosa y leal durante muchos años.