Blog

El problema del mal rojo en el cerdo

A la erisipela porcina se le conoce como mal rojo. Es una problemática de salud que puede tornarse de gran severidad para los cerdos. Lo primero que se nos viene a la mente al mencionar esta enfermedad son las lesiones de color rojizo que aparecen en la piel de los ejemplares afectados. No obstante, el mal rojo puede manifestar también otros síntomas desde complicaciones artríticas hasta septicémicas y endocárdicas y hasta llegar a muerte súbita.

La vía de contención del mal rojo en el ganado porcino debe se llevarse a cabo por medio de la vacunación. El veterinario debe encargarse de ello y tener presente, además, de que la bacteria que genera esta enfermedad es bastante resistente al permanecer en el medio ambiente y con gran capacidad de contagio. Es por ello que la eliminación del mal rojo no es tan sencilla como podría pensarse.

En lo que sigue comentaremos más a fondo acerca del problema del mal rojo en el cerdo.  

Comprendiendo el problema del mal rojo en el cerdo

El mal rojo en el cerdo es una enfermedad de gran potencial infeccioso que daña a los ejemplares provocándoles severos problemas septicémicos y cutáneos así como cuadros de endocarditis, dermatitis y septicémicos.

Hay otros animales que también pueden verse dañados por el mal rojo como los peces, ovejas, pavos y jabalíes. Así también las personas también pueden verse afectados puesto que la erisipela porcina es una zoonosis, provocando lesiones cutáneas llamadas Eripsela de Rosenbach.

Cuáles son los principales síntomas del mal rojo en los cerdos

El mal rojo porcino es una enfermedad de tipo multifactorial, de modo que las condiciones ambientales intervienen en su desarrollo. De entre los factores relacionados con la erisipela porcina destacan las alteraciones alimentarias, una elevada humedad, altas temperaturas, el transporte, las vacunaciones, concentraciones de ejemplares porcinos, variaciones climáticas, etc.

La variante más aguda del mal rojo porcino se define por manifestar letargo, decaimiento, anorexia, apatía, fiebre, eritemas cutáneos, Blefaroconjuntivitis y Bazo aumentado de tamaño.

La variante endocárdica del mal rojo en el cerdo se presenta por el avance de una manifestación septicémica. En estos casos aparece una sintomatología que incluye trombosis, taquipnea, disnea, cianosis, degeneración endotelial, retrasos en el crecimiento y fallecimiento súbito del ejemplar por colapso.

Cómo se diagnostica el mal rojo en el cerdo

La erisipela porcina es una enfermedad causada por el microorganismo llamado Erysipelothrix rhusiupathiae, una resistente bacteria. Los ejemplares contagiados eliminan la carga bacteriana a través del semen, la orina, los exudados oronasales y las heces.

Los cerdos se contagian por contacto con un cerdo infectado o a través de las interacciones sexuales. Los ejemplares más proclives de padecer esta problemática sanitaria son los cerdos con un margen de edad entre las diez semanas y los diez meses.

Es factible identificar los casos de mal rojo porcino si se presentan los síntomas mencionados en cerdos con un margen de edad entre las primeras diez semanas y los primeros diez meses. En estos casos el diagnóstico laboratorial es especialmente valioso para el veterinario encargado del asunto.

Técnicas también provechosas para la detección de la erisipela porcina son la Inmuunohistoquímica, la Bacterioscopia y el diagnóstico laboratorial indirecto, con el propósito de identificar anticuerpos del mal rojo.

Cuál es el tratamiento del mal rojo en los cerdos

La erradicación de la erisipela porcina no se consigue plantear por la alta permanencia en el medio ambiente y la elevada cantidad de portadores del contagio.

Cuando se detecta un brote de mal rojo en una población porcina debe de procederse del siguiente modo: aislar a los animales con síntomas, aplicar antibioterapia empleando amoxicilina y penicilina, proceder a una desinfección y limpieza de los habitáculos de los ejemplares y aplicar la vacuna del mal rojo para el ganado porcino.

De hecho, la prevención del problema se lleva a cabo por medio de la vacunación. Por lo general se usan vacunas inactivadas. Lo más importante es contar con la asesoría de un veterinario experto, con experiencia suficiente en atender a los animales de granja.

Lo más importante es garantizar que los cerdos reciban buenos cuidados, no solamente por cuestiones de sentido humanitario, sino incluso porque cualquier emprendimiento pecuario debería de observar estas medidas, independientemente de las metas de aprovechamiento empresarial a las que se aspire.

Descuentos por Mayoreo

Si requieres hacer compras por volúmen, infórmate sobre nuestros descuentos especiales

Llámanos al: (55) 4593 8990

Llámanos o escríbenos por whatsapp, será un gusto atenderte