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De tamaño microscópico, los virus son elementos perjudiciales para miles de especies animales. Identificarlos implica la utilización de un microscopio electrónico, ya que usar uno óptico no basta para ello. Al infectar a las células del animal que están infectando, los virus se multiplican en el interior de las células de ese organismo. Esa es la vía por la cual pueden ocasionar la eclosión de cierta enfermedad.

Las enfermedades víricas no pueden ser combatidas con medicamentos convencionales. En cambio, las vacunas, siempre que sean administradas por un experimentado veterinario, se perfilan como el más eficaz recurso para atender esta clase de patologías.

La prevención en los criaderos de gallinas

En el entorno de las aves de corral, el mantenimiento de los aviarios debe de realizarse siguiendo estrictas medidas de higiene. También es preciso aplicar estrictas condiciones de higiene como la principal medida de prevención contra las infecciones producidas por los agentes virales.

Para impedir los brotes de enfermedades virales en las aves de corral, es conveniente conocer cuáles son las más importantes:

La viruela aviar, transmisión y síntomas principales

Desde hace siglos, la viruela aviar se perfila como una de las enfermedades más patentes, más sencillas Tanto en los criaderos de gallinas. Las lesiones causadas por la viruela aviar pueden observarse tanto en la piel del animal como en los órganos de su cuerpo, por lo cual, la viruela puede manifestarse como diftérica o como cutánea.

El desarrollo y la dispersión del virus se desarrollan con lentitud y para que acontezca el contagio, el microorganismo debe de acceder en las células del ejemplar infectado. De la misma manera, la enfermedad puede ser producida por la picadura de ciertos mosquitos, artrópodos o al llegar el virus a algunas heridas en la piel de las aves, por ejemplo, al momento del coito entre gallos y gallinas.

La viruela aviar se hace presente a través de marcas parecidas a las verrugas, mismas que aparecen en áreas corporales que no tienen plumas, como las barbas, ojos, cresta, etc. Tales formaciones también suelen presentarse a nivel interno, en órganos superiores del sistema respiratorio, como, por ejemplo, la tráquea o la laringe.

Falta de apetito, excesiva somnolencia y decaimiento son algunos de los principales síntomas asociados a la viruela aviar. Por lo demás, las gallinas afectadas experimentan excesivas secreciones nasales, complicaciones para respirar y jadeos constantes.

Por no existir tratamiento alguno para la viruela aviar, el único modo de combatir esta enfermedad es por medio de la prevención veterinaria, la vacunación y cuidadosas medidas de bioseguridad.

El problema de la Enfermedad de Gumboro

Fue una diminuta ciudad estadounidense, en donde se detectó por primera vez esta patología, la que inspiró su nombre. Por el hecho de que afecta prioritariamente al pequeño órgano llamado como bolsa de Fabricio, también se le conoce como bursitis. Se trata de un órgano especialmente relevante para aves de escasa edad, cuyo aparato inmune todavía se ubica en una etapa temprana de desarrollo.

La enfermedad de Gumboro es altamente contagiosa y se produce especialmente por la actividad de ciertos insectos y la difusión de heces y excrementos en el ambiente de los gallineros. Las gallinas de menor edad son las que resultan más afectadas por esta patología, misma que produce un erizamiento en los ejemplares afectados. También suelen desplazarse de manera incierta y experimentar temblores, depresión, cresta pálida, etc.

La principal consecuencia del contagio producido por esta enfermedad es la grave afectación que experimenta el aparato inmunológico de las aves. Es una complicación que podría comprometer la capacidad de la gallina para conseguir inmunidad ante otras posibles enfermedades.

Otras enfermedades virales de las aves de corral

Otras enfermedades de las gallinas que están relacionadas con infecciones virales son la de Newcastle, misma que se asemeja a las bronquitis y que se transmite a través de las heces, los alimentos y el agua polucionada; también, hay que mencionar la bronquitis infecciosa, una enfermedad que afecta las vías respiratorias de las aves de corral y cuya transmisión se presenta directamente desde el aire, aunque también puede producirse por medio de vectores polucionados como instrumentos, comederos, bebederos, jaulas, pero nunca a través de la cáscara del huevo; y la enfermedad de Marek, causada por un virus vinculado a la familia de los Herpesviruses y que puede propiciar casos de parálisis en las aves afectadas.