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Hablar acerca de la conjuntiva en el caballo es hacerlo acerca de una membrana mucosa que está integrada por la conjuntiva palpebral, misma que cubre la zona interna del párpado, la llamada conjuntiva bulbar, misma que cubre la superficie del globo ocular y también la conjuntiva de la membrana nictitante.

En los eventos en los cuales se presenta la inflamación de alguno o de varios elementos que integran la conjuntiva entonces estamos ante una conjuntivitis. Y si bien la conjuntivitis en el caballo puede llegar a ser un proceso de tipo primario, en algunos casos pueden presentarse de manera secundaria a patologías de otra índole como las sistémicas o las oculares.

Es algo que debe tenerse en cuenta, tanto en lo que se relaciona con el diagnóstico, como también con respecto al tratamiento que el veterinario debe de aplicar en busca de la curación del equino.

Para conocer más y mejor acerca de la conjuntivitis en el caballo, sus causas, sus principales síntomas y el tratamiento que debe de seguirse para atender este problema, lo que comentaremos a continuación resultará de gran valía.

Cuáles son las principales causas de la conjuntivitis equina

Ahora bien, al hablar acerca de la conjuntivitis en el caballo, es preciso realizar una distinción entre la conjuntivitis primaria y la secundaria. Algunos de los factores que propician la primera de estas variantes son, por ejemplo, la presencia de cuerpos extraños, la ocurrencia de traumatismos, reacciones de tipo alérgico, neoplasias y distintos agentes infecciosos.

Por lo que se refiere a la conjuntivitis de tipo secundario, casi siempre se presentan como secuela de otras clases de patologías oculares, como las que afectan a los párpados, la esclerótica, la órbita, el sistema nasolagrimal y la úvea. Así también, en el caso de los potros, con frecuencia la conjuntivitis se presenta de manera secundaria a manera de placentitis.

Principales síntomas de la conjuntivitis en el caballo

De entre los principales síntomas clínicos que pueden advertirse en los caballos que padecen conjuntivitis destacan los que siguen: quemosis, aparición de folículos linfoides, hiperemia conjuntival, epífora y secreciones oculares, las cuales pueden ser, desde una secreción de tipo seroso (principalmente en las conjuntivitis alérgicas o virales) a secreciones más bien purulentas, mismas que suelen tener un origen bacterial.

Cómo se diagnostica la conjuntivitis en el caballo

Tal y como se ha señalado previamente, la conjuntivitis no siempre es de tipo primario, sino que, en algunos casos suelen presentarse vinculadas a otras variedades de patologías, ya sean de tipo sistémico o de tipo ocular.

Por lo consiguiente, el diagnóstico de la conjuntivitis en los caballos debe de realizarse junto con una investigación más meticulosa, para así identificar las auténticas causas de la irritación y también para determinar si acaso viene en combinación con alguna otra clase de patología.

Por lo general, el veterinario, para lograr el mejor diagnóstico acerca de la conjuntivitis, suele llevar a cabo un muy completo examen oftalmológico, además de efectuar una eficiente exploración integral del equino.

Esto último se lleva cabo con el propósito de identificar alteraciones en el ojo capaces de producir que la conjuntiva se inflame.

Cómo es el tratamiento para atender la conjuntivitis equina

Por lo que se refiere a las conjuntivitis de la variedad primaria, el tratamiento suele centrarse en mitigar la inflamación. Para conseguir lo anterior, es preciso identificar cuáles son las causas específicas que han provocado esa conjuntivitis. Con tal información, el veterinario es capaz de establecer el mejor tratamiento en cada caso.

El especialista, lo primero que deberá saber, es si se trata de una conjuntivitis primaria o una conjuntivitis secundaria.

En lo que se refiere a la conjuntivitis que aparece por la presencia de algún cuerpo extraño, el procedimiento que debe de seguir el veterinario es claro: el elemento extraño debe de ser extraído aplicando al animal anestesia local.  

También tenemos los casos de conjuntivitis infecciosa, mismos que se tratan con fármacos antimicrobianos, incluyendo productos veterinarios de tipo antiparasitario, antiviral o antifúngico.

Cabe señalar que las conjuntivitis de tipo fúngico y bacterial pueden ser tratadas con antibióticos de gran espectro. En cuanto el veterinario consigue los resultados anticipados en el antibiograma, es preciso cambiar el antibiótico para tener optimizar la curación.