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Si se tiene pensado llevar canarios a la casa para gozar de su canto, entonces lo mejor es adquirir en la tienda de mascotas un canario macho. Este último es el único que emite un grato canto, generalmente variable y alternado con gorjeos y trinos. La hembra del canario, aún cuando es de bello plumaje, solamente pía.

Para ofrecerle la mejor calidad de vida a un canario mascota y preservar su cabal salud, lo mejor es llevarlo con cierta regularidad al veterinario. Una visita cada cuatro o seis meses será suficiente para seguir un conveniente monitoreo de su salud y estado físico.

Resulta indispensable conocer importantes detalles acerca de la clamidiosis, micosis y otras importantes enfermedades que afectan a los pájaros.

Apergilosis, una forma de la micosis en los pájaros

Una de las enfermedades incluidas en la micosis es la Apergilosis Se trata de una variedad de hongo que se contagia a través del sistema respiratorio y del sistema digestivo. Es posible hallar diferentes variedades de aspergilosis y la más habitual es la que ocasiona infecciones en el tracto respiratorio. No obstante, también puede dañar a los globos oculares y a otros órganos del cuerpo. Los animales infectados de Apergilosis exhibirán una trabajosa respiración, convulsiones y diarrea constante.

El hongo que causa esta infección puede hallarse en alimentos polucionados o en esporas que flotan en el aire. Suele afectar a los polluelos, más que a las aves en la edad adulta. Entre más tiempo transcurra, conforme la enfermedad avance, será más complicado aplicar el tratamiento correspondiente.

Casos de clamidiosis en los pájaros mascota

Las personas contagiadas por la mencionada enfermedad sufren de mialgia, abundantes escalofríos, malestar corporal extremo e intensos dolores de cabeza.

Los casos más severos de clamidiosis inclusiva pueden producir neumonía, puesto que el pulmón se perfila como uno de los órganos más dañados. No obstante, en muchos de los casos, la clamidiosis en las personas puede presentarse de modo asintomático o exhibir síntomas parecidos a los de una gripe poco intensa.

Por lo que se refiere a las aves contagiadas por la bacteria Clamydophila psittaci, en algunos casos pueden ser asintomáticas, es decir, pueden no tener síntomas evidentes, aún al portar al germen causante del problema. Ese es el caso de la cacatúa, la cual puede tener una larga vida siendo portadora de la bacteria Clamydophila psittaci, sin tener síntoma alguno pero siendo capaces de infectar a otros humanos y plumíferos.

Lo problemático se presenta cuando el sistema inmune del ave es poco eficiente. En los ejemplares contagiados los principales síntomas pueden ser la somnolencia, anorexia, apatía, abundante secreción nasal y estornudos, secreciones oculares y conjuntivitis y también heces acuosas e intensa diarrea.

Casos de coccidiosis en los pájaros domésticos

La coccidiosis en las aves se perfila como una enfermedad propiciada por ciertos protozoarios, más específicamente coccidias que se transmiten por vía fecal y oral y que se reproducen en el organismo de las aves contagiadas. La reproducción de los protozoarios que producen la coccidiosis en las aves afecta en primera instancia a su tracto gastrointestinal y después se esparce en las heces.

Con ello se originan otras varias fuentes de infección.

La coccidiosis es una enfermedad que afecta a las aves criadas en ambientes domésticos y también a las aves de cría, puesto que los pollos en etapa de crecimiento y a los adultos más jóvenes son más proclives a contagiarse de coccidiosis.

Conviene saber que los pollos que tienen una edad menor a las tres semanas o los pollos ya entrados en la madurez, en muy raras ocasiones padecen de este problema.

Indispensable resulta saber que la coccidiosis es una enfermedad que puede tener fatales consecuencias para las aves. El fallecimiento de estos animales acontece por la disminución de electrolitos en el organismo de los plumíferos por la deshidratación.

Por otra parte, la coccidiosis es una enfermedad que unicamente puede ser tratada en las primeras fases de su transcurso. Si el veterinario consigue tratar el problema puntualmente, suele utilizar un medicamento anticoccidial, como, por ejemplo, el decoquinato. Se trata de un fármaco que contiene la proliferación de protozoos y que favorece un adecuado pronóstico de la enfermedad.