Blog

Hablar de los anquilostomas es hacerlo acerca de un cierto tipo de parásitos intestinales de tipo hematófago que es capaz de afectar a los mininos. A los anquilostomas también se les conoce como “gusanos gancho” por los inconfundibles dientes que tienen y que les permiten aferrarse a los intestinos del animal.

Los mininos son invadidos por estos parásitos cuando la larva L3 es ingerida, se introduce a la piel o pasa por la leche materna hacia su organismo.

Posteriormente, se sigue desarrollando hasta su condición adulta concentrándose en el intestino delgado del minino.

Cómo actúan los anquilostomas en el cuerpo del gato

Los anquilostomas afectan severamente el cuerpo del minino al que han parasitado. Los gusanos gancho adultos producen un cuadro de enteritis crónica traumática con una intensa perdida de sangre por las afectaciones que les genera su estilo alimenticio.

El diagnóstico de los anquilostomas se efectúa por medio de procedimientos parasitológicos y el tratamiento que amerita se fundamenta en la corrección de posibles casos de anemia y las negativas alteraciones nutricionales que generalmente se presentan con ello.

El veterinario, suele eliminar a estos parásitos usando medicamentos antihelmínticos.

Cómo comprender la anquilostomiasis en los mininos

Este problema de salud felina se presenta como una enfermedad parasitaria producida por ciertos gusanos helmintos conocidos como anquilostomas. Estos parásitos forman parte del género Ancylostoma tubaeforme y la familia de los Ancylostomatidae.

Estos gusanos-parásitos se distinguen por tener una cápsula bocal bastante grande con relación al resto de su estructura corporal. Al tener dientes, los anquilostomas son capaces de dañar bastante la mucosa intestinal del gato al engancharse en las paredes de ese conducto.

Consecuencia de la anquilostomiasis en el organismo del gato

La enfermedad que les comentamos aquí es capaz de propiciar una enteritis traumática de tipo ulcerativo con las señales inequívocas de un cuadro anémico por el progresivo debilitamiento, pérdida de peso y de sangre en el gato. Ahora bien, las hembras de este parásito, cuando están en grávidas, depositan sus huevos en las deyecciones del gato al que han parasitado.

Es entonces que las crías van evolucionando desde su fase larvaria 1 hasta su fase larvaria 3 en el transcurso de una semana. La temperatura que requieren estos gusanos para desarrollarse al máximo ronda entre los veinte y los treinta grados.

Por qué se presentan la anquilostomiasis gatuna

Los mininos se infectan cuando la larva de L3 ingresa en su organismo. Ello acontece por distintas vías de transmisión: oral, percutánea, leche materna, etc. No obstante, en los mininos no se ha detectado una transmisión transplacentaria de anquilostomas a diferencia de lo que acontece con los perros.

Cómo son los síntomas asociados con la anquilostomiasis

Llego el momento de comentar acerca de la sintomatología asociada a esta enfermedad parasitaria. Se presenta como una derivación de la dinámica inflamatoria traumática intestinal, misma que puede producir distintas manifestaciones clínicas en los mininos afectados por anquilostomiasis.

Los síntomas que suelen agobiar al gato con anquilostomiasis son: úlceras en el intestino, congestión intestinal con algunas hemorragias,una notoria perdida de peso en los ejemplares adultos, dermatitis, picores en la piel, hinchazón en la mucosa de los intestinos, y en ciertos casos hasta Infarto de los nódulos linfáticos mesentéricos.

Otros síntomas asociados a la anquilostomiasis

También es frecuente hallar en los gatos infestados por este parásito anemia paulatina, taquicardias, desequilibrios nutricionales, extrema palidez en las mucosas, diarrea con restos de sangre y deshidratación del animal.

El tratamiento utilizado por el veterinario para atender esta enfermedad en los mininos implica la aplicación de distintas estrategias curativas. Una de ellas esta orientada a estabilizar la condición nutricional del gato, así como también la aplicación de fluidoterapia para paliar los desajustes electrolíticos y la deshidratación.

También se debe valorar si es pertinente una transfusión de sangre para el animal. Una segunda fase de la curación veterinaria de anquilostomiasis implica el uso de fármacos antiparasitarios internos para ir reduciendo al máximo la presencia de estos gusanos.

Algunas de las medicinas más empleadas para ello son por ejemplo: levamisol, emodepsida, febantel, moxidectina, selamectina y otras lactonas macrocíclicas.

En ultima instancia lo mejor es implementar planes de prevención en contra de la anquilostomiasis con el apoyo del veterinario.