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Frecuentemente los canes experimentan dinámicas que producen el enrojecimiento en la piel de sus patas o más específicamente de sus almohadillas. Los factores capaces de propiciar tal alteración son variados, como, por ejemplo, desarrollos infecciosos o alérgicos, así como también cuidados deficientes en el área plantar o en las uñas.

Tener conocimientos elementales acerca del asunto y saber cómo adoptar un conjunto de acciones preventivas, nos dará la oportunidad de evitar varias de las causas capaces de propiciar el problema de la pata roja en los canes.

De entre la información indispensable de tener presente acerca de esta problemática hay que mencionar las posibles causas, síntomas y curaciones para atender la pata roja en los perros.

Causas de la pata roja en el perro

Antes comentar acerca de las causas de la pata roja en el can, es necesario especificar qué zonas de la extremidad es la que se ve afectada por tal enrojecimiento. En este sentido, cuando la piel es lo que se enrojece tenemos el fenómeno llamado eritema. En los canes es más frecuente percibir el enrojecimiento de la piel en el área de las ingles o en las axilas, así como también en la zona interna de las extremidades o en los dedos.

Pero el enrojecimiento en la pata del can también puede presentarse en la zona de las almohadillas, principalmente en los canes que tienen almohadillas que no están pigmentadas. Sin embargo, de haber una lesión considerable también se podrá observar en las almohadillas pigmentadas.

Algunas de las principales causas por las cuales se presenta este problema son las alergias, la dermatitis por contacto, diferentes enfermedades infecciosas, problemas parasitarios y la presencia en las patas de cuerpos extraños como es el caso de objetos cortantes o punzantes. Debemos mencionar en este apartado también factores como los suelos abrasivos y las temperaturas extremas, mismas que son capaces de producir quemaduras en las almohadillas del can.

Principales síntomas de la pata roja en el perro

Tan importantes de conocer como las causas que producen la pata roja en el perro son los principales síntomas que esta problemática tiene asociados. Algunos de los síntomas más reveladores son prurito y picor intenso, alopecia, abundantes costras, caspa o descamación abundante, úlceras y erosiones, pápulas y también pústulas, las cuales son acumulaciones de pus en varias zonas de la epidermis.

El grupo de signos de tipo cutáneo hará posible que el veterinario obtenga el mejor diagnóstico, y así también, seleccione los exámenes complementarios más pertinentes para así identificar las causas que están produciendo el enrojecimiento de las patas caninas.

Cómo actuar si tu perro tiene la pata roja

Cómo se ha podido comprobar en los párrafos anteriores, son diversas las causas que producen el problema de la pata roja en los canes. Por lo anterior, siempre que se detecte algún síntoma recomo los anteriores, es preciso llevar al animal pronto con el veterinario para que lo revise y para que establezca el tratamiento más recomendable.

Como muestra de lo anterior basta con pensar un caso de alergia alimentaria. En tal situación será preciso hallar el alimento que genera determinada reacción y omitirlo en la dieta que se le ofrece al can. En los casos que la causa del problema sea de origen bacterial, lo que debe hacerse es seguir las instrucciones del veterinario para ofrecerle al can antibióticos capaces de contener la enfermedad.

Curaciones para atender el problema de la pata roja en el can

Así entonces, el tratamiento para atender el problema de la pata roja en el perro será diferente de acuerdo con las causas que lo hayan producido. De allí la importancia que tiene la examinación del veterinario para que determine los factores que han propiciado la enfermedad y así escoja el tratamiento más eficaz.

Por ejemplo, los casos de origen alérgico deberán ser atendidos con dietas de eliminación, terapias de inmunoterapia o dietas hipoalergénicas. También es posible aplicar algún tratamiento de tipo sintomático con el objetivo de controlar los picores que agobian al perro en la extremidad afectada.

Por lo que se refiere a los casos de origen infeccioso estos deben de ser atendidos con productos antifúngicos o antibióticos, siempre siguiendo las instrucciones del veterinario.