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El problema de la Colibacilosis en el ganado porcino

El microrganismo denominado como E. Coli tiene capacidades adaptativas que le dan la oportunidad de aplicar distintos niveles de virulencia. Es una circunstancia que explica la singular patogenia de las enfermedades que son capaces de generar las cepas patógenas relacionadas con esta bacteria.

Para comprender cabalmente el problema de la Colibacilosis en el ganado porcino debemos conocer con más detalle acerca de Escherichia coli, una de las llamadas enterobacterias que forman parte de la microbiota habitual de los cerdos saludables. Inclusive microorganismos similares desempeñan un positivo rol, puesto que se ponen en competencia de distintos modos con las cepas patógenas en el entorno intestinal.

Cuáles son los efectos patológicos de la bacteria E. Coli en los cerdos

Ahora bien, una de las características que distinguen más a la bacteria E. Coli es la habilidad que exhibe para adaptarse a diferentes condiciones del ambiente. También hace patente una enorme capacidad para afrontar cambios que se presenten en su entorno. Con ello consigue una enorme tolerancia a los antibióticos con una facilidad mucho mayor a la que presentan otros microorganismos relacionados con patogenias.

Los alcances de la Colibacilosis en los cerdos de granja

En ciertos casos las cepas de E. Coli se muestran tan agresivas que las crías fallecen sin haber experimentado diarrea, misma que se perfila como el signo más característico de su contagio. Tal diarrea exhibe una gravedad de intensidad variable conforme a las condiciones de virulencia de la cepa relacionada, a la edad de la cría y a la capacidad inmune que exhiba por su particular constitución física.

La diarrea de los cerdos afectados por Colibacilosis puede ser bastante acuosa y de una tonalidad también variada. Las heces no suelen provocar demasiadas manchas en el periné de las crías y en ocasiones únicamente se observa en ellos una irritación en el área perianal, pero sin restos de material fecal.

Cómo se debe combatir la Colibacilosis

Es importante que el veterinario atienda en tiempo y forma a los ejemplares afectados de Colibacilosis, ya que la diarrea derivada de esta enfermedad bacterial puede hacer que la cría pierda cerca del cuarenta por ciento de su peso corporal y al avanzar el problema se llegue a un cuadro de acidosis metabólica.

Bajo ciertas condiciones la diarrea puede hacerse presente ya en las horas primeras tras el nacimiento de las crías, ya sea afectando a ejemplares aislados o a toda la camada. Las camadas que tienen las hembras primerizas son por lo general las más perjudicadas por la Colibacilosis. Y es que se trata de lechones que beben menos calostro y los que gozan de una lactación menos provechosa en términos nutricionales.

Cómo se manifiesta la Colibacilosis en los lechones

En ciertos casos los lechones contagiados de Colibacilosis pueden presentar también vómito. Estos ejemplares suelen mostrarse deprimidos, con flacidez en el abdomen (el cual también se presenta bastante hundido), el pelaje con una mala apariencia, con una grisácea tonalidad.

Los niveles de prevalencia que tiene esta enfermedad son variables de acuerdo con el estado en el que se encuentren las instalaciones, de la capacidad inmune de las hembras y de la posible virulencia que exhiban las cepas.

Es importante señalar que la severidad de la diarrea se reduce conforme es mayor la edad de las crías. También los niveles de letalidad son variables, pero pueden ser bastante grandes, en especial en los cerdos apenas nacidos y que son hijos de hembras sin capacidad inmunológica. De la misma manera puede verse agravado el problema cuando el tratamiento veterinario se demora.

Cuál es el nivel de contagio que puede presentar la Colibacilosis en una explotación porcícola

Con relación al tratamiento veterinario que se debe aplicar contra la Colibacilosis porcina, la rapidez con la que se aplique es algo básico para obtener su máxima eficacia. Y si bien son numerosos los antibióticos que nos ofrecen buenos resultados para combatir a la bacteria E.Coli, también son bastante habituales los casos en los que presenta una patente resistencia.

Por lo anterior, es indispensable llevar a cabo de manera periódica en las explotaciones porcinas antibiogramas especiales para así seleccionar los mejores antibióticos contra la bacteria E. Coli.  

De modo general, ciertas cefalosporinas y quinolonas ofrecen magníficos resultados para nulificar los efectos de la bacteria E. Coli.

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