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En ciertos casos, los mininos pueden parecer de una hernia en el ombligo si su cordón umbilical no cierra de la mejor manera posible. Tal condición posibilita el acceso de distintos patógenos e inclusive grasa del abdomen y algunos órganos además de que termina por formarse un saco herniario.

Pueden presentarse determinados signos clínicos en ciertas circunstancias, pero en la mayoría de los casos los mininos exhibirán un abultamiento en el área del ombligo, la cual puede ser de variable tamaño de acuerdo con la gravedad del caso y el contenido de la hernia.

Cuando se presentan hernias de considerable tamaño o de las llamadas estranguladas, en las cuales se compromete el riego de la sangre en los órganos herniados, ello puede comprometer en gran medida la salud y el bienestar físico del gato. Es cuando se presentan severos síntomas que requieren una disminución inmediata para así no poner en riesgo la vida del animal.

En lo que sigue comentaremos más y mejor acerca del problema de la hernia umbilical en el gato, incluyendo los principales signos clínicos que tiene asociados, las causas que lo propician y cuál es el tratamiento que suele aplicarse para la curación del minino.

Cómo se presenta la hernia umbilical en los mininos

Los mininos, tal y como sucede con los demás mamíferos, cuentan con ombligo, aunque en su caso es más complicado de observar. Ello se hace más patente cuando se trata de un animal de pelo abundante o un tanto largo.

La causa principal del problema, la aparición de una hernia umbilical en el cuerpo del gato, es el cierre apenas parcial o inadecuado del cordón umbilical. Ello favorece el tránsito de patógenos o que escape por tal oquedad el contenido abdominal.

Es preciso saber que la hernia umbilical en el minino incluye tres partes distintas: el contenido herniario, el saco herniario y el portal herniario.

Variedades de hernia umbilical en el gato

La hernia umbilical en el minino, por lo consiguiente, se presenta en el momento en que nace el animal,  cuando la herida del cordón umbilical no cierra correctamente o demora demasiado en hacerlo. Al conectar la cavidad abdominal con la pared abdominal, es justo por ese hueco por donde las vísceras terminan por herniarse.

Por otra parte, la hernia umbilical en el gato puede ser de distintas variedades: la umbilical abierta, la umbilical cerrada y la umbilical estrangulada.

Principales síntomas de la  hernia umbilical en el minino

Conviene mencionar que la hernia umbilical en el gato se manifiesta a través de una tendencia hereditaria y con cierto carácter congénito. Y es que los gatos cuentan con un tejido conjuntivo bastante débil, incluso desde su nacimiento.

En algunos otros casos, lo que causa la aparición de una hernia de esta clase son traumatismos producidos por peleas, golpes o caídas, así como también alteraciones de tipo nutricional o durante la gestación del gato.

Por lo que se refiere a los principales síntomas de la hernia umbilical en el gato se deben mencionar los siguientes: pocas ganas de alimentarse, dolores abdominales, anorexia, micción poco controlable, letargo constante, estreñimiento y vómito.

Cuál es el tratamiento de la hernia umbilical en los mininos

Como principal solución a este problema el veterinario suele emprender una operación quirúrgica, principalmente en aquellos casos más urgentes en los cuales se presenta el estrangulamiento, es decir, cuando la hernia ha crecido tanto que propicia la manifestación de severos síntomas como los que hemos ya mencionado.

En el caso de las hernias pequeñas y que no presentan sintomatología alguna, es suficiente con aplicar el debido seguimiento y una adecuada observación. Solo de esa manera no se verán comprometidos los órganos ubicados en el abdomen.

En lo que se refiere a los mininos bebés que padecen hernia umbilical no estrangulada ni umbilical, es posible aguardar a la edad conveniente para esterilización, para así solucionar el problema de la hernia al mismo tiempo que el animal es esterilizado.

En los mininos la intervención quirúrgica para atender las hernias se realiza reintroduciendo el contenido herniado en el interior de la cavidad abdominal del gato. Posteriormente se cierra de nueva cuenta tal abertura para impedir su salida de modo definitivo.