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Bastante diversas pueden resultar las causas por las cuales a un can le tiembla la mandíbula. Algunos de estos factores suelen ser benignos que no implican alguna condición patológica. No obstante, en otros casos, el temblor en el hocico del perro también puede estar vinculado a diferentes complicaciones de tipo subyacente. En tales circunstancias se hace necesaria la intervención del veterinario para que aplique el tratamiento más adecuado.

Si alguna vez se ha tenido la inquietud acerca de por qué a un perro le tiembla la boca, entonces lo que comentaremos en estas líneas resultará de gran valía. Mencionaremos, en lo que sigue, algunas de las posibles causas por las cuales a un perro le tiembla la boca y de qué manera conviene actuar en cada caso.

Algunas causas benignas por las cuales le tiembla la boca a un can

De entrada, es conveniente mencionar algunas situaciones por las cuales suelen producirse temblores en el hocico del perro, sin que ello implique causa alguna de tipo patológico.

En primera instancia tenemos al sueño. Efectivamente, así como los humanos, los perros también experimentan sueños cuando duermen. Y en tales sueños es bastante normal que estos animales tengan involuntarios movimientos, con el hocico, la cola o las extremidades.

También suele temblar el hocico del perro cuando este animal bosteza. Se trata de un temblor que dura apenas unos cuantos segundos y que no se relaciona con ningún factor patológico o alteración orgánica.

Otras causas por las cuales a un perro le tiembla la boca

Caso aparte es el temblor en el hocico del can por causa del miedo, nerviosismo, ansiedad o temor. Se trata de factores que también son capaces de producir temblores en la mandíbula del can. En este sentido, habitual resulta que ante ruidos de gran intensidad, eventos causantes de estrés, estallidos de petardos o pirotecnia, e incluso la presencia de animales extraños, los canes reaccionen con el mencionado temblor en la boca.

En situaciones así es aconsejable conseguir el asesoramiento de un experimentado veterinario o un etólogo canino para que analice el comportamiento de nuestro perro y así consiga identificar las causas que están produciendo esa alteración conductual.

Otra causa que debe ser tenida en cuenta en el marco de lo comentado es el dolor en la cavidad oral. En efecto, la presencia de caries, las fracturas dentales, las estomatitis o las gingivitis son capaces de producir dolores más o menos intensos en la zona oral.

Tales eventos, además de propiciar temblores en el hocico del perro, también suelen producir una patente pérdida de apetito. Incluso también suele producirse esta clase de temblores en la boca canina en animales de avanzada edad que padecen intensas enfermedades periodontales.

El moquillo canino y la epilepsia focal como factores causantes del problema

Otra de las causas  por las cuales un perro experimenta temblores en la boca tiene que ver con los casos de moquillo. Los canes que padecen infecciones por el virus del moquillo canuno pueden experimentar una encefalomielitis secundaria, misma que por lo general se hace patente a través de movimientos mioclónicos. Estos últimos son básicamente movimientos involuntarios de los músculos, desplazamientos constantes y repetitivos.

Ahora bien, los llamados movimientos mioclónicos no suelen manifestarse de manera generalizada, sino que, habitualmente se concentran en un grupo de músculos o un músculo en particular. Así entonces, los músculos de las extremidades o de la mandíbula son los que suelen verse afectados en la mayoría de los casos.

Por último, es preciso mencionar también como un posible causante del mencionado problema a la epilepsia focal. Se trata de una enfermedad de tipo neurológico, un problema definido por la presencia de una anormal actividad cerebral, al grado que es capaz de desencadenar convulsiones en el animal.

Se denomina como ataque epiléptico focal a aquel en el que las convulsiones no se manifiestan en la totalidad del cuerpo del perro, sino que solo se dejan sentir en una zona corporal del can En ciertos casos, las personas que atienden al animal acuden con el veterinario alarmados por esos extraños temblores en las mandíbulas. El veterinario es el que debe evaluar cada caso y atenderlo por medio del mejor tratamiento posible.