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Con frecuencia son dejadas a su suerte numerosas mascotas en las calles de las grandes ciudades. Evitar esta práctica nefasta es algo que debería ser evitado a toda costa, en especial si se pretende ser un propietario responsable de animales de compañía.

Es posible plantear un interesante decálogo de prácticas para llegar a ser una persona plenamente responsable en el cuidado de las mascotas.  Eso es justamente lo que detallaremos en las líneas que siguen.

Cuestión de organizarse en el cuidado de nuestra mascota

Para ofrecerle las mejores atenciones a un animal de compañía es preciso organizarse convenientemente. De lo que se trata es tener el tiempo necesario y los recursos suficiente para atender como es debido a nuestra mascota, independientemente de la especie a la que pertenezca.

Necesidad de afecto al atender a las mascotas

Pocos elementos resultan tan indispensables para el cuidado de una mascota como el afecto y el cariño. Así como una persona requiere de sentirse amada y necesitada para garantizar su estabilidad emocional, así sucede también con respecto a las mascotas.

Inversión financiera y cuidado de las mascotas

Cuidar a una mascota debe de ser una actividad que requiere tiempo, esfuerzo y también dinero. No se debe escatimar en asuntos como el bienestar o la salud de un perro o un gato. Los gastos que se deriven de ello deben de ser cubiertos a toda costa.

No es un asunto secundario ya que la felicidad de una mascota, es decir, un ser vivo con necesidades de supervivencia bien precisas, depende por completo de nosotros.

Dedicación y entrega en el cuidado de las mascotas

Una mascota puede cambiar por completo el modo en el que vivimos nuestra vida.

La verdad es que el cuidado de un cachorro o un minino requiere de tiempo y factores como el clima o nuestro poco entusiasmo no deben de ser circunstancias que nos impidan sacar de paseo a nuestra mascota.

Responsabilidad plena para cuidar a un perro o un gato

Es preciso tener presente algo en todo momento: lo que haga nuestra mascota dependerá por completo de nosotros, tanto en lo positivo como en lo negativo.  

Hay que considerar siempre el privilegio de cuidar a una mascota. La ternura que nos puede brindar un perro o un gato implica atender de manera responsable todas las necesidades que tiene ese querido y peludo amigo.

Contar con el asesoramiento indispensable

Nuestro mejor aliado para el cuidado de una mascota siempre será un experimentado veterinario. Por ello no debemos tener dudas en consultar con este especialista para cualquier inquietud que se nos presente para el cuidado de las mascotas.

Cuestión de adaptarse a los cambios

Tener a una mascota en el hogar hace que se nos presenten con frecuencia cambios y alteraciones en nuestros hábitos de vida.

Debemos estar preparados para cualquier modificación al respecto. Hay que estar listos para alterar la ubicación de los muebles o para optimizar los espacios de nuestra vivienda si con ello podemos brindarle mayor bienestar y felicidad a nuestra mascota.

Consenso y acuerdo para el cuidado de las mascotas

Todos los integrantes de la familia deben de comprometerse para atender lo mejor posible a ese can o ese minino que hemos adoptado. Llegar a valiosos consensos y acuerdos es alfo esencial para que nuestro animal de compañía sea cuidado con eficiencia y cariño.

Por el contrario, estar en polémicas y desacuerdos por el cuidado de una mascota solo creará un negativo ambiente que despertará estrés y angustia en nuestro querido amigo peludo.

Permanencia, apego y animales de compañía

El aspecto último pero no por ello menos importante con respecto al cuidado de las mascotas, tiene que ver con el apego y la permanencia que debemos de tener con respecto a nuestro perro o nuestro gato.

Hay que pensar en nuestra mascota como una compañía que tendremos durante largos años. De allí la necesidad de que meditemos al máximo la decisión de adoptar a una mascota.

Hay que tener asumido que nuestros hábitos deberán de cambiar una vez que ese animal de compañía comparta con nosotros tiempo y espacio.

También hay que garantizarle a nuestra mascota el suficiente tiempo de adaptación para que se acostumbre a permanecer en su nuevo hogar.