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El comportamiento de un gato persa lo vuelve una de las razas de minino más frecuentes de hallar como mascota en los domicilios de nuestra nación. Por este motivo es importante conocer cuáles son algunas de las características más relevantes del gato persa y cuáles son algunas de las atenciones indispensables que se le tienen que dar.

Conviene mencionar algunas referencias acerca de los orígenes del gato persa. Más allá de que el nombre “persa” nos haga pensar en el actual Irán y el Medio Oriente, lo cierto es que esta raza minina surgió en Italia en el siglo XVII. El gato persa apareció a partir de la cruza entre un minino de angora turco de blanco pelaje y un gato persa de pura raza. Gracias a esta combinación se obtuvo el suave pelaje que actualmente define a esta raza y también se logró una interesante diversidad de mantos: negro, blanco, gris, etc.

Características del gato persa como mascota

Es tiempo de comentar acerca del comportamiento y el modo al que se adapta un gato persa en su rol de mascota. Hay que tomar en cuenta que cada minino tiene su propia personalidad y su singular carácter y por ello generalizar en lo que se refiere a los gatos mascota no siempre es lo mejor. No obstante, más allá de ello, sí que pueden hallarse algunos patrones conductuales acerca de los gatos que pertenecen a una raza específica.

Por lo general, los gatos persa se distinguen por su apacible talante y afectuoso, bastante más que el demostrado por otras razas mininas. Suelen ser animales que gustan del contacto con sus dueños y que gozan con la compañía de los humanos. Por todo lo anterior son de las razas más gustadas por los afectos a los mininos. Es un animal de temperamento dormilón y apacible.

Precisamente por este carácter tranquilo y amigable se hace necesario que los gatos persa reciban atenciones específicas. Algunas de las más importantes las comentaremos en lo que sigue.

Las necesidades de un gato persa en un entorno doméstico

El gato persa no soporta mucho la soledad a diferencia de lo que sucede con otras razas de gato. Por ser un animal amigable y tranquilo, el persa no tolera demasiado los periodos en los que se mantiene aislado, sin el contacto humano. De modo que, si estás pensando en dejar solo a tu gato persa en casa durante muchas horas, tal vez por cuestiones de trabajo, quizás debas buscar un gato de otra raza como mascota.

Por otra parte, los gatos persa se caracterizan por tener los lagrimales hundidos, por lo cual precisan de atenciones especiales. En este caso, hay que limpiárselos de manera cuidadosa cotidianamente para impedir que se le acumulen las lagañas y con ello se presenten las condiciones para que sufra una enfermedad ocular.

Además, por su pelaje largo, el gato persa requiere de cepillados constantes y una dieta alimenticia generosa en Omega 3 y 6 para que se fortalezca su piel y su cabello.

Atenciones básicas que requiere un gato persa como mascota

Al tratarse de un minino de carácter apacible, el persa es un gato que puede verse en riesgo de padecer complicaciones asociadas a una escasa actividad, como, por ejemplo, la obesidad y el sobrepeso. Esto se hace más patente si se habita en un departamento sin patio o jardín a la mano.

Y si bien los gatos son animales bastante aseados y no gustan del agua, en lo que se refiere a las razas mininas que tienen un largo pelaje se hace necesario cepillarle el pelo día con día. Si se tiene un gato persa lo mejor es acostumbrar al minino desde pequeño a esta limpieza para que se familiarice a ella, tomando en cuenta que no son animales muy afectos al agua.

Tras haberle lavado el pelo al gato con champú especial, hay que secar perfectamente su pelaje con secador y una toalla. Para llevar a cabo el cepillado cotidiano del minino es aconsejable utilizar un peine metálico con cerdas de punta redondeada para no lastimar al animal.

Finalmente, es aconsejable adquirir una caja de arena un tanto grande para que nuestro gato persa realice sus necesidades. Esto debe ser así porque de lo contrario, conforme el gato crezca, con el tiempo deberemos comprar otro arenero que le resulte más cómodo.