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De entre los muchos problemas de salud que pueden afectar a los perros, hay algunos que son especialmente difíciles de atender, como es el caso de las enfermedades renales. En efecto, se sabe que la insuficiencia renal en canes implica una reducción en su tejido renal, misma que deriva en un deficiente funcionamiento de su organismo. La enfermedad renal es la cuarta que se presenta con mayor frecuencia en los perros. Los ejemplares más afectados por este mal son los adultos y los de edad más avanzada.  

De entre las consecuencias principales que tiene la disminución de la capacidad renal en el perro hay que mencionar las siguientes: una acentuada retención de sustancias nitrogenadas, lo cual deriva en casos de uremia y azotemia; una gran mengua de proteínas; una reducción en el potencial del organismo para concentrar la orina y problemas en la normal excreción de potasio.

Qué es la azotemia canina

Ahora bien, hablando en específico acerca de la azotemia, esta se refiere al nivel demasiado elevado de compuestos y sustancias basadas en el nitrógeno, como, por ejemplo, la creatinina, la urea y otras sustancias que surgen como desechos corporales en el torrente sanguíneo. Esta condición puede ser consecuencia de un incremento en la producción de compuestos nitrogenados- a veces derivadas de dietas demasiado elevadas en proteínas o por casos de hemorragia gastrointestinal en los perros; un mal funcionamiento de los riñones, o cuando la sangre reabsorbe a la orina en su torrente.  

Cómo afecta la uremia a los perros

Por lo que se refiere a la uremia también está vinculada a una anormal acumulación de sustancias de desecho en el torrente sanguíneo, aunque en este caso se trata de una excreción no adecuada de tales productos de desecho a través de las micciones por un funcionamiento deficiente del sistema renal.

Algunos de los síntomas que se observan en los canes afectados por problemas renales, en específico de enfermedades como la uremia y la azotemia son los vómitos, hipotermia, debilidad, pelaje en mal estado, fatiga corporal, mengua en la estructura muscular, deshidratación, una notable halitosis, diarrea, una disminución en el peso, estreñimiento y una reducción en el apetito.

Síntomas principales de la azotemia y la uremia 

Otras señales que apuntan a casos de azotemia o de uremia en los perros son, por ejemplo, la aparición de manchas púrpura o puntos rojos en la piel del animal, como consecuencia de las diminutas hemorragias que se forman en los vasos sanguíneos de la dermis, o también, si se presenta una carencia de color en la piel a niveles poco normales.

De entre las principales causas que hacen aparecer los casos de uremia y azotemia en los canes destacan ofrecerle al can una dieta demasiado elevada en proteínas; obstrucciones en las vías urinarias; infecciones variadas; enfermedades renales crónicas o agudas, y traumas como es el caso de quemaduras graves.  

Tratamiento para atender la azotemia y la uremia

Es tiempo de comentar acerca del tratamiento que se le debe dar a los perros afectados por alguna de estas enfermedades renales. De entrada, será necesario entregarle al veterinario todos los antecedentes relacionados con la salud del animal. Es especialmente importante que se le informe a este especialista acerca del comienzo y la variedad de los síntomas. También será preciso que el veterinario efectúe los exámenes de laboratorio pertinentes para detectar la gravedad de la enfermedad y el tratamiento que se debe seguir en cada caso.

Ahora bien, el tratamiento que determine el veterinario estará relacionado con las causas vinculadas a cada enfermedad, aunque el propósito principal debe de ser la contención de la enfermedad primaria, ya se trate de la uremia o la azotemia.

El problema de la obstrucción urinaria en los perros

Si se presentan casos de obstrucción urinaria y que de ello deriven las enfermedades mencionadas, el veterinario debe enfocarse en mitigar la obstrucción para que vuelva el fluir natural de la orina. Y si el can exhibe una patente deshidratación, el especialista deberá administrarle fluidos por vía intravenosa para lograr la estabilización del animal y así conseguir un equilibrio en su nivel de electrolitos.

A final de cuentas, los pronósticos generales de enfermedades como la uremia o la azotemia dependerán del nivel de afectación renal que hayan alcanzado. Justo a partir del daño que haya dejado hasta el momento una u otra enfermedad, el veterinario establecerá el tratamiento a seguir y los productos veterinarios que se utilizarán para ello.